lunes, 21 de junio de 2010

Pintadas contra las Farmacias


Pintadas contra la farmacia de Lago Van por negarse a dispensar la píldora postcoital

Desde que se aprobara la venta libre de este fármaco, el establecimiento aduce motivos religiosos y de salud para no facilitarlo.

Con estas consignas proabortistas y anti católicas cubriendo toda su fachada amanecía, el pasado 24 de enero, la farmacia de la calle Lago Van. El motivo aparente, la negativa a dispensar la píldora postcoital, acogiéndose a la objeción de conciencia farmacéutica. Una decisión que parece no ser del agrado de ciertos colectivos. La responsable de la farmacia ha calificado este episodio de "acto de intolerancia" y ha pedido respeto para su postura. Posición que fundamenta en motivos religiosos y de salud. "Sanitariamente hablando, la píldora postcoital es una barbaridad", señala. Además, según ha explicado a EL DISTRITO, se trata de un medicamento fuerte que, suministrado sin ningún tipo de control puede resultar peligroso para el paciente. Esta profesional destaca también que las características del fármaco no están demasiado claras y el folleto informativo existente acerca de la misma es incompleto. "Antes, -aclara- cuando se suministraba con receta, no teníamos ningún problema en facilitarla, pero ahora es diferente. Toda la responsabilidad recae sobre los farmacéuticos, y no somos médicos".

Aumenta el número de objetores
Este suceso es el primero ocurrido en el distrito desde que, el pasado 28 de septiembre, entrara en vigor la venta libre de la píldora en farmacias. Pero en Madrid, hace tan sólo un mes y medio la sede de la Fundación de la RedMadre sufría también el 'ataque' de los spray en su fachada. Juan Manuel Molina, responsable de Comunicación de la Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia (ANDOC), asegura que se trata de hechos aislados. Sin embargo, explica que la medida impuesta por el Ministerio de Sanidad ha incrementado considerablemente el número de objetores de conciencia, así como también lo han hecho las solicitudes del fármaco.

Libertades coartadas
Por su parte, fuentes de Izquierda Unida consultadas por este periódico, condenan estas pintadas como método de repulsa, pero se muestran en contra de que los farmaceúticos se nieguen a cumplir la ley amparándose en cuestiones morales. Laura Ruiz, profesional sanitario asegura que “no está reconocida la objeción de conciencia en el caso de la píldora” y aclara que “se trata de un fármaco no abortivo, con el que precisamente se pretende reducir el número de abortos”. “Ningún farmaceútico -en tanto que cumplen una función social- tiene derecho a anteponer su propia moral a los derechos del otro”, concluye.


FUENTE ELDISTRITO.ES

Esta noticia ha sido comentada por Wenceslao Calvo en su blog


No hay comentarios:

Publicar un comentario